Arder.
Buscar entre los huesos el amor.
Regalar porque sí.
Soñar mas de lo que vivo, mas del tiempo que me permite el reloj.
Me abro el pecho de tanto en tanto, no es necesario cortar de nuevo, solo suelto los puntos y dejo a la intemperie las tripas de la incertidumbre. Es que la mayor parte de mi vida soy incertidumbre. Son pocas las certezas: las amigas, los abrazos, las lágrimas, el amor que estruja el espíritu. El sentimiento de no ser nada mas que una miseria en un rompecabezas milenario.
Me acomodo mejor entre las incertidumbres.
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