Me inundaron las ganas de saberme en tus labios; de hacerte el amor con desenfreno y ternura; de sentir tus dientes arrancar la primer capa de mi dermis.
Tus muslos fríos ya no descansan entre mis sabanas. Dejaste el invierno entrar en tus retinas y apartaste todo vestigio de aquello que fue hoguera. Que fue purga.
Desvestirme frente a otros ojos no sabe a lo mismo.
Encontraste los lamentos y los tesoros para dejarlos con cautela donde te han visto. Que tortuosa tu partida en silencio; prefiero que rompas los vidrios de la casa cuando golpees la puerta al salir. Así todo el barrio se entera, así mi alma entiende y ya no te busca.
dejame morderte los labios mientras te digo que te amo en susurros.
"hice el amor contigo
sereno y exquisito
contigo que hace tanto
hace tanto estas muerto"
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