Me fumo los mill y un llantos en un tabaco mal armado, los paso con alcohol y los vomito en tinta.
Últimamente los fantasmas del pasado atormentan mi presente, y yo me escondo aterrorizada bajo la mesa de la cocina, donde las dimensiones del gigante invisiblemente cruel no puedan atraparme... pero el gigante muta, vira, cambia de piel:::::: siempre termina encontrándome......
y me agarra..... entera..... y mese mis entrañas en sus manos dolorosas.... y juega con mis ovarios y mis tetas.... y marca mi piel con sus uñas de fuego.
Luego, al aburrirse, me deja de pecho abierto y tripas pa afuera, con el corazón aun palpitando, la vida en las pupilas, y un mar de lagrimas en el pecho.
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