Estremecimiento; desde las dermis a las entrañas me recorren los rayos de una tormenta presente, cerquita y distante. El abismo, la cornisa, las ansias por sentir el éxtasis de desplegar las alas.
Últimamente ando siempre cansada, no puedo dejar de nadar contra la corriente, me niego a dejar que me lleve el tedio amargo de los egos y el capricho, del mundo y sus barreras.
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