Cuando en el aire se respira calma, es como si la vida se detuviese. Y en esta calma ando, detenidamente en movimiento, pronta para el abrazo que procederá nuestra danza. Te invito a bailar un tango, así, pecho con pecho, corazón con corazón, o si preferís, mirándonos a los ojos, profundo, y mientras giremos, el mundo gire con nosotras y que todo se transforme en una película donde el dialogo gira en torno a lo que se dicen nuestras cuerpas, llenas de olores, de colores, de escucha: llenas de sentires.
Nos vi bailando en todos lados, por todo el mundo, lo gracioso es que vos no sabes mi nombre y yo, tampoco se el tuyo...
Que importan las palabras, yo quiero hablar bailando.
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